Hasta junio de 2024, la República Dominicana tenía una población asegurada de 10,531,020 personas, perteneciendo el 44.17 % al régimen contributivo y 53.76 % al subsidiado, según un boletín informativo de la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (Adars). Esos datos revelan que el 97.93 % de la población está cubierta bajo el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Estos afiliados al Seguro Familiar de Salud (SFS) reciben cobertura a través de 17 Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), de las cuales dos son públicas, tres de autogestión y 12, privadas. Para funcionar, los prestadores de servicios de salud (PSS) firman contratos con las ARS que les dan acceso a un código de identificación, estableciendo “una relación de tipo civil y comercial en la cual no existe vínculo de dependencia, mandato o subordinación”, según dichos convenios, a pesar de que se quejan del bajo pago de las consultas ambulatorias, que rondan los 500 pesos.
Aunque los médicos deben adaptarse a las normas de las ARS para sobrevivir en su profesión, muchos critican las tarifas, la burocracia y los retrasos en los pagos, lo cual refleja una tensión constante.
¿Qué dice el contrato?
Diario Libre tuvo acceso a una copia de un contrato entre una ARS y especialistas, en el cual se establecen las responsabilidades para ambos sectores.
Entre los puntos vitales sobresalen: respetar y cumplir las cuotas moderadoras y los copagos aprobados por el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), y los requisitos y obligaciones establecidos en la Normativa sobre los Contratos de Gestión entre las ARS, la Administradora de Riesgos Laborales y Prestadoras de Servicios de Salud, del 3 de abril del 2007.